Tu Camino es Solamente Tuyo
No hace falta que entiendan por qué te empeñas en perseguir tus sueños por mucho que difieran de cómo interactúan cada persona con su realidad. Ni siquiera tienes la obligación de explicar cuáles son tus sueños. Tu camino es tuyo sólo. Debes respetar tu instinto. Es lo que te impulsa a encontrar las experiencias que te invitarán a tomar consciencia de los misterios que te impiden comprender quién realmente eres.
No te castigues por sentirte culpable cuando tu familia cuestiona tu iniciativa. Es absolutamente normal. Ellos comprenden la realidad desde su perspectiva y no la tuya. No significa que sepan ni más ni menos que tú. Lo que no ven es la naturaleza de tus necesidades, ni las maneras que requieras adoptar para satisfacerlas. Tu familia tiende a observarte desde su experiencia. Te animan a hacer lo que ellos creen que te conviene desde el amor de desear que seas más feliz que ellos al tomar los pasos que les recuerdan de los que tomaron en su camino.
Aunque el viaje de cada persona parezca repetir los patrones de sus antecesores, el camino de cada persona es único. Además, hay experiencias que vivencias precisamente para diferenciarte de los de tu linaje por tomar decisiones con el asertividad de reconocer las motivaciones de tu familia, contrastadas con tus deseos y necesidades.
A veces te envidiarán por hacer lo que ellos no se atrevían. Verán con recelo tu rumbo alejarse de su conformidad. Pero, si no te pierdes en ti ¿cómo esperas encontrarte? La única manera de romper el molde de tu familia es expresar tu individualidad. No es rebeldía, sino sanar los asuntos que se quedan pendientes de tu progenie precisamente porque cuando echaron raíces, abandonaron la oscuridad de lo desconocido para habitar el luminoso statu quo.
No son cobardes, sino cumplidores por haberse responsabilizado de su parte. Te pasan el testigo, aunque sea a regañadientes para que sigas el viaje transgeneracional.
