¿Qué son los Propósitos del Año Nuevo?
Al cambiar de un año a otro, sentimos una necesidad de prometer realizar un cambio de actitudes o comportamientos para ser mejor persona según el criterio del momento. Siempre me ha generado curiosidad esta tendencia omnipresente. Durante gran parte de mi vida, he seguido las masas al proponerme mejoras varias. No recuerdo si he cumplido alguna…
Somos cambio, nuestra naturaleza nos obliga a variar según las necesidades y los recursos disponibles en cada momento. Por lo tanto, dudo de la veracidad de una observación que suele surgir de un ambiente festivo, carente de un trasfondo de reflexión. Prometer que vas a hacer algo es indiferente a no hacerlo. Según Fritz Perls, ponerles explicación a tus actos no es más que caca. En este caso, sería caca de vaca ya que es racionalizar una intención. Al salir del presente, como es plantear un propósito para ‘mañana’, la promesa cae por su propio peso.
Aunque hayas declarado la intención desde un lugar profundo, falta la obligación o, en palabras más bonitas, puesta en marcha. Es muy fácil deliberar sobre algo que sucederá en un futuro porque no te impone hacer nada en el presente, más allá que seguir igual hasta la fecha límite. Por eso, tantas personas se apuntan al gimnasio, pero no hacen más que algunas clases sueltas. Matricularte difiere de actuar. Si quieres ponerte en forma, ponte las zapatillas y sal a correr. Si quieres aprender algo, lee un libro.
Los propósitos del año nuevo son gestos bonitos. Pero, si realmente crees que tu vida sería mejor adaptando tus hábitos a la realidad actual, no esperes a que llegue un momento adecuado para planteártelo. Estate presente y experimenta con los recursos y conocimientos de los que dispones y crea nuevas rutinas y actitudes para volver a enamorarte de ti mismo.
