Mirando Atrás Para Seguir Adelante
Nunca me ha gustado mirar atrás con la excusa de que lo vivenciado ya no me aporta nada. Tengo tanto recorrido a la sombra, tanto lo mío como de los de mi linaje que embarcaron en este sendero, dando los mismos pasos que he dado. Con la abundancia que me rodea, me perdono por no buscarle las pulgas al perro.
Lo que he superado me ha enseñado mi resiliencia y lo que me ha superado me ha enseñado mi vulnerabilidad. Pero, soy reacio a revisitar las experiencias con la sabiduría que adquiero en mis procesos. Por mucho que aprenda de las páginas ya escritas, prefiero enfocarme en las frases que compongo ahora y hacia donde me pueden llevar.
Hoy recogí fotos de algunos de los momentos que formaron los hitos del viaje que comparto con mis ancestros. La mayoría de ellos susurran desde las sombras de mi conciencia, pero sé que ninguno de nosotros hemos abandonado la caravana. Entonces, desde el respeto y el amor, me atrevo a parar un momento para compartir los cuentos que me han reglado y que hoy traduzco a un nuevo hablar. Al sentir le sobran las palabras, nos entendemos con recuerdos de los cinco sentidos y lo que evocan en nosotros. Hoy nos imagino alrededor de una gran fogata compartiendo lo vivido en canciones y cuentos animados, delante del rugido de las llamas de la vida que hemos compartido.
Acepto la responsabilidad de no dormirme en los laureles. Al igual que hice con las fotos, también lo hago que las experiencias. Las buenas y las que no supe integrar en su momento por mi inocencia o por mi tenacidad de seguir adelante cueste lo que cueste. Recurro a la paciencia para repasar cada lección con la profundidad que me permite la sabiduría de la que dispongo ahora con todo que hemos aprendido mis queridos compañeros de viaje.
