La Paciencia Llega Como Sea
“Take it slow
And it'll work itself out fine
All we need is just a little patience”
La letra de esta canción de Guns n’Roses me reanimó un conflicto interior. La paciencia que dio el título a la canción no es mi punto más fuerte. Soy apasionado e intenso. No sé hasta qué punto esto se debe a mi naturaleza, frente la influencia de una sociedad de gratificación instantánea.
Ayer me caí de la bicicleta por no ralentizar el ritmo en la lluvia. Tengo un temperamento impaciente e impulsivo que me impulsa a sucesos así. Hoy me quedo en casa lamiendo mis heridas. Hacía falta incapacitar una mano para obligarme a parar y reflexionar.
Un gran aprendizaje para mí llegó de Fritz Perls, que explicó que la angustia es la brecha entre el ahora y el después y estar presente te permite ser creativo y encontrar soluciones. Se me olvida de vez en cuando y me reencuentro con mi tendencia con recordatorios de esta índole.
Aprovecho del parón forzado para respirar con consciencia y volver al centro que había abandonado al intentar desviar mi camino hacia un destino hipotético e irreal. Despilfarro la creatividad que mejoraría mi presente creando un futuro que jamás existirá fuera de mi imaginación. Confundo mis deseos con los que creo que debería apasionarme.
Al sostenerme donde y cuando esté, siento la tranquilidad en el ojo del huracán. Recupero la habilidad de observar los pensamientos que rugen al pasar por delante de mí. Aprecio el abanico de voces que conversan dentro de mi ser, ahora sin juicio y con interés e intención.
La paciencia es dar audiencia prudente a todas las posibilidades que coexisten en el presente sin compararlas con otras anteriores o deliberar sobre las consecuencias o propósitos. Cada decisión es correcta cuando encaja con la realidad actual. El cambio siempre ocurre ahora. Todo lo demás son intenciones frágiles o recuerdos contaminados de nostalgia.
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