La Distracción del Tiempo
"La distinción entre el pasado, presente y futuro no es más que una ilusión. El ayer, el hoy y el mañana no son consecutivos. Están conectados en un círculo sin principio ni final. Todo está conectado" (Albert Einstein)
Cada uno tiene su refugio temporal preferido. Muchos huyen de las preocupaciones del presente agarrándose al pasado que han creado con la colección de sus propias interpretaciones de eventos, sobre todo los que jamás existieron. Otros ignoran lo que les rodea buscando desesperadamente un lugar mejor, donde el sol brilla más y creen que cumplirá con unas expectativas igualmente inalcanzables como ajenas.
Los traumas nos mueven hacia un extremo u otro, sin que prestemos atención al motivo auténtico que reside detrás de la adicción a observar el presente desde una perspectiva irreal y distorsionada.
Para mí, el pasado es indiferente a la tinta con la que se escribe las palabras que expresan el sentir en un dado momento. Desaparece dejando un papel en blanco con algunas curvas sugerentes y líneas decisivas. Cada una de ellas dan pista acerca de unas intenciones olvidadas. Sin embargo, el futuro es como un vacío fértil, un campo inmenso con oportunidades emergentes, cada una más intrigante que la anterior. Me pierdo con la indecisión hacia donde dirigirme. Allá me debilidad que desvía la atención del presente. Me cuesta permanecer donde estoy por la compulsión de mejorarlo todo tanto para mí como para los demás.
El perfeccionismo de un ideal es agotador porque exige una mirada minuciosa que abarca las mejoras para todos los implicados. Aprendí hace tiempo la esclavitud de esta tendencia que es narcotizante. Cuanto mejor lo vea, más lo puedo embellecer. Del mismo modo, menos me interesa el aquí y ahora porque, a primera vista, carece de las opciones que abundan en el futuro.
La labor consiste en integrar esas mejoras en aquello del que dispongo ahora. Todo lo que es real y con lo que me enseña la magnitud de posibilidades presentes en cada momento.
