Ir de la Mano
Sólo hay una cosa más difícil que amar sanamente y es dejarme amar. Por una parte, vengo de la toxicidad de amar desde la carencia y buscar, como me han enseñado, mi media naranja, alguien que me completara. Por la otra, me han inculcado la negatividad del egoísmo que ha empoderado la insuficiencia de mi herida.
Llevo media vida aprendiendo a apreciar las partes mías que rechazo o anulo para no sentirme demasiado luminoso y amenazar el brillo de cualquiera que se me acerque. Esa voz de crítica mordaz ha sabido mantenerme a la sombra, comparándome con desprecio frente a los espejismos que he proyectado para crear personas perfectas. Así es más fácil perderme en el vacío que yace dentro de