top of page

Eres Tu Hogar

Reconocer tu casa exige aprender qué no es tu hogar. Caminas por la vida creyendo que un lugar es donde perteneces hasta que te des cuenta de que no es así. Por mucho que intentes cambiar para cuadrar allí, siempre te queda la sensación de alienación. Hay lugares que son te enseñan tanto de ti que te parece imposible imaginar abandonarlos. Hay ciudades que te cautivan y el deseo de pertenencia esconden la realidad de no ser más que un lugar de paso.


Una casa puede convertirse en un refugio sagrado, donde te permites conectar con tu amor propio y comienzas a conocerte de verdad. Pero, al igual que todas las relaciones, llegan a ser finitas y transitorias. Soltar este vínculo destruye la imagen que tenías de ti mismo cuando vivías allí. Al cerrar esa puerta por última vez, termina un capítulo más de tu vida. Luego, te enfrentas a embarcar en un viaje hacia lo desconocido.


Hay que perderte para volver a encontrarte. Entonces, tomarás consciencia de que tu hogar no es una ciudad o un país, sino un estado. Sólo cuando te atreves a salir del portal que te encarcela, podrás contemplar que tu hogar está en ti. Es el amor que llevas allá donde vayas y que compartes con los tuyos.


Un hogar es más que cuatro paredes o un código postal. Es el nido donde nacen tus sueños. Algo que decoras para recordarte lo bello que es tu interior. Un paraíso donde dejas de temer conocerte y te aceptas por quien eres y no por quien podrías ser. Es el insólito local donde descubres la armonía de la convivencia basada en el amor y no la necesidad.


El hogar existe en tu corazón y se refleja donde vives en cuanto sueltas la exigencia de que esté donde no te corresponder permanecer.


Buscar por tags

Sígueme

  • Instagram
  • Facebook Basic Square
  • Icono social LinkedIn
Entradas recientes
bottom of page