Eres la Antorcha
El amor es perfecto y nunca muere. La verdad es más intrigante que ese concepto romántico que ha matado a tantas ilusiones irreales, tantas relaciones creadas desde la delusión. Todo lo que has buscado desesperadamente sin darte cuenta de que es aquello que está dentro de ti.
Te has rendido delante del convencimiento de estar condenado a la soledad, incapaz de perderte en el abrazo amoroso de la salvación. Así entregas la responsabilidad al otro que te haga sentir todo lo que rechazas dentro de tu ser.
Cuando dejaste de alumbrar tu paraíso del sentir para buscar una antorcha que te guíe hacia en lugar que jamás existió, diste la espalda a la gran fogata que somos. No sólo te alejaste de tu amor sino también del presente. Te has quedado anclado a lo que podría haber sido y dependes de expectativas irreales.
Todo lo que buscas está delante de ti. Toma consciencia de la luz brillante que eres. No necesites que nadie más que tú te guíes. Acepta que las emociones que has experimentado son las lecciones que definen quien eres y es irrelevante pensar en lo que pasará ya que eso no existe. Todo llegará cuando tenga que ser. Mientras tanto, si dejas de correr a ciegas, verás la sabiduría sublime que has acumulado como si fuese un libro exquisito, cubierto de cuero oscuro y lleno de cuentos, algunos que ya conoces y otros por divulgar.
El futuro no es más que un velo que esconde la perfección de ahora. Exigir que las cosas sean como quieres no te hará feliz. La felicidad es aceptar que todo es como debe ser. Cada sensación es la definición que se escapa de las palabras para clasificar las lecciones que apaciguan tus dudas. Conocer tu autenticidad es enamorarte de ti. Estar presente es abrir tus ojos para encandilarte de tu perfecta imperfección.
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