El Festín de la Experiencia
La vida es curiosa cuando tomas un momento para observar donde te sitúa frente los deseos y sueños que te han acompañado todos estos años. No se trata de cumplir con tus exigencias o expectativas, sino retarte a disfrutar lo que es real, más allá que las fantasías de todo aquello que podría ser o que podrías tener.
“Ten cuidado con lo que pides al destino porque, igual, podría dártelo” es algo que has oído hasta la saciedad sin prestar atención al significado que esconde entre las palabras. Cada vez que te aferras a una ilusión y la manoseas hasta que adquiera una forma particular, pierdes la esencia del deseo desde donde surgió esa ilusión.
Ni a Mick Jagger haces caso cuando canta, “no siempre puedes tener lo que quieres. Pero, si pones intención, puedes conseguir lo que necesitas”. Tu camino ha tenido muchas bifurcaciones para confundirte y distracciones que te han alejado de ti. Pero, también has disfrutado de maravillas que te han llenado de alegría. Te has encontrado a ti mismo a plena luz al tomar consciencia de estar exactamente donde tienes que estar y no a pesar de todo, sino precisamente a causa de todo.
Ahora te corresponde disfrutar de los frutos de tu resiliencia y de tu paciencia. Ya no tiene sentido lamentar lo que ha sido o quien podrías haber sido. Tampoco tiene sentido anhelar experiencias que no encajan con tu realidad. Estas pajas mentales te impiden apreciar la belleza del aquí y ahora. Si hubieses tomado otras decisiones, es verdad que tu vida sería diferente. Así no podrías aprovechar de la sabiduría que tienes ahora y no podrías amarte como lo haces ahora, ni podrías compartir ese amor de la misma manera.
Elegiste este camino para poder reconocer tu realidad y aprender a amarte. Deja de seguir las migas de lo que otros han comido y goza del festín que te has preparado para hoy.
