Déjate Amar
La vida no es fácil y menos cuando crees que la valentía es quedarte solo delante de los obstáculos que complican tu camino. Aunque creas que te han decepcionado tantas veces, se te olvida que los que te quieren actúan para ayudarte. Tu terquedad no te deja reconocer el amor más allá que la interpretación que impones sobre las actitudes que difieren de tu visión singular.
Hay personas que invitas a tu vida para desafiar de tus límites y de tu tenacidad. Desde el primer encuentro, sólo traen dolor. Pero, recuerda que elegiste involucrarles en tu camino. Se te olvida que la oscuridad de estas relaciones muestra la luz que dejaste de ver en ti. Además, existen hasta que decidas seguir adelante con la mirada alzada, bañada en la luz de tu amor propio.
Hay gente cercana que confundes con estos polizones. Cuando creaste tu propia realidad y viste caer la que habitaste con la familia, responsabilizaste a tu familia por intentar desviar tu camino. Es cierto que sus consejos pertenecen a una perspectiva que no es tuya. Pero, esto no significa que parten del desamor, sino lo contrario. Trataron de emplear el aprendizaje de su experiencia para ofrecerte hitos hacia una vida óptima. Esa vida era suya. Pero, es inconcebible esperar que comprendan tu realidad porque sólo existe por y para ti.
Ten paciencia y compasión con los que te han acompañado tanto en las duras como en las maduras. Es tentador echarles la culpa porque tu vida no es el cuento de hadas que habías soñado. No obstante, optaste despertarte del letargo de la ignorancia dichosa, lo cual exige pasarlas putas. Hay que atravesar la oscuridad para apreciar la belleza del amanecer.
Dejarte amar significa dejarte ayudar. Mostrar tu vulnerabilidad es compartir tu amor con los que quieren lo mejor para ti. Así, ama y déjate amar.
