A Través del Espejo
Veo el mundo a través de una barrera, una especie de espejo. Es como si me quedara enjaulado detrás de mis prejuicios. Veo la realidad que sucede al otro lado del cristal filtrada e indiferente a mi interferencia. Me percato de cada experiencia según mi criterio de cómo debe ser sin dejar lugar a la sagrada sorpresa. He perdido la ilusión por descubrir lo desconocido. Me pregunto qué me hará conectar de nuevo con la inocencia de ‘no tengo ni idea’.
Es curioso asimilar la desconexión de justo lo que siempre me ha conectado con mi felicidad. Detesto las rutinas esclavas y la monotonía que existe en ausencia de cambios. Dudo si hacerme mayor me quita la vitalidad. Quizá es simplemente una excusa para justificar que me quedo en lo cómodo y lo conocido. A veces, hay que actualizar la manera de saborear la realidad – No es sólo el paso de los años que condiciona el disfrute de la vida, sino el contexto del presente. Por muy similar que parezca
Agarrarme a los prejuicios es perder el contexto del presente. El fantasma del pasado me distrae del presente de la misma manera que mis proyecciones fatalistas del futuro rematen mis ilusiones. Nada está decidido o fijo. La vida es lo que vivencio aquí y ahora. Pero, no puedo descartar que las experiencias permanecen como los aprendizajes que me preparan para afrontar el presente. El futuro claramente no existe aún. No obstante, no puedo ignorar que todo tiene sus consecuencias.
El presente es la fusión entre aquello que he aprendido y su puesta en práctica para crear una realidad alineada con mis deseos. Hay que buscar un término medio que abarca la escisión delicada entre lo que está presente y lo que influye el presente para comprender el para qué de cada experiencia. Sé que mi camino no es el que exijo, sino el que me enseña adónde voy.
Komentarze