top of page

El Jardín Zen

Foto de Petra Nesti

El Jardín Zen

 

En la serie The Bear, el personaje Richie propuso que su soledad se debía a ser la arena de un jardín japonés en el que las piedras son las personas que se tocan entre sí, formando relaciones. Sin embargo, su función entre estas constelaciones es de conectar a otros. Esta metáfora refleja una tendencia creciente en una sociedad plagada de relaciones ficticias y selfies sonrientes para tapar la sensación de aislamiento.

 

La gratificación instantánea ha matado el arte del cortejo. Ya no está de moda saborear el placer de la anticipación de cada acercamiento a alguien que hace titilar la llama dentro de ti.

 

Vives las relaciones como aprendizajes que te orientan en tu proceso. Por mucho que creas querer a tus parejas, te despides de ellas como lo hace la mariposa al abandonar el capullo, sin mirar atrás.

 

Te acomodas en tu retiro, alejado de los vínculos que fomentas que construyan otros. Intelectualizas tu falta de amor propio en una misión sagrada de personificar una fuente de amor.

 

¿Qué te impide beber ese mismo elixir? Tal vez es más fácil disfrazar tu cobardía en una incapacidad de encontrar a la persona adecuada. Se te olvida que eres esa persona. Deja de explorar las líneas en la arena que decoran un jardín de Kioto y mírate en el espejo.

 

No hay ninguna conspiración de privarte de tu amor o tu felicidad. La Celestina no es más que un personaje, al igual que Richie. En cambio, eres tan real como tu reticencia a dejarte amar. Hasta que te aceptes tal cual, no volverás de tu exilio en ese desierto, árido de amor.

 

No eres arena, eres humano. No eres quien rechazas en ti, eres el que te enseña a amarte. Tu vulnerabilidad es lo que muestra tu autenticidad y la base desde donde te vinculas a la gente que te quiere.


Foto de Petra Nesti (Pexels)

 

Comments


Buscar por tags

Sígueme

  • Instagram
  • Facebook Basic Square
  • Icono social LinkedIn
Entradas recientes
bottom of page