El Ángel Caído

A lo largo de mi vida he soñado tantas noches con caerme al vacío y sentir la fuerza del aire castigar mi cuerpo mientras me preparo para el impacto inminente con el fracaso y la destrucción de mi Ser. Anoche, entre las expiraciones suaves en las que soltaba mi agarre a la realidad insegura, noté una sensación curiosa. Como el agua cálida de un baño después de un largo y exhausto caminata por las montañas, me llenaba el calor de la felicidad. Entonces, me di cuenta de que me caía en los sueños por no desplegar las alas, por no atreverme a abrirme los ojos a apreciar la belleza sublime del cielo abierto.
Todos estos años, obedecía el patrón fatalista de caer a la muerte en lugar de volar entre las estrellas. Siempre tenía la elección de interpretar la situación como quisiera. Tomé consciencia de la grandeza de mi Ser, la potencial de aprendizaje, la entrega absoluta a la experiencia de la vida.
Acepté que cada caída me ha fortalecido, cada vez que me he sentido perdido estaba acercándome a mí, cada desamor era la única manera de cultivar el único amor, el que alumbra la noche en la que tantas veces me desesperé con la soledad que sentía al no mirarme.
Aprendí que la responsabilidad de la vida era mía. Cada experiencia viene cuando estoy preparado para ella y no es un desafío sino una oportunidad para desvelar las partes más profundas de mi Ser. Las decisiones exigen abrirme a lo desconocido. Rara vez el camino fácil me ha aportado lo que necesito. Ir hacia lo desconocido exige soltar todo lo conocido con absolución. Las credenciales de posesión que adquirimos por ser merecedores del fruto de nuestro empeño son ridículas. No somos dueños de nada o de nadie. Compartimos la existencia como observadores de algo que nunca llegaremos a entender.
Con un dolor inconmensurable he abandonado a los lastres que me han impedido en mi proceso, como parte del mismo proceso. Acepto que algunas situaciones son insostenibles y algunas personas vienen a acompañarme temporalmente. Tengo que armarme con el amor suficiente para liberarme de todo lo que encarcelaba en mi resistencia a avanzar por el miedo de romper con un patrón por muy redundante que sea.
No existe un pasado mejor ni un futuro oportuno, sino una aversión a aceptar la realidad y tener la valentía de ejercer mi voluntad Ahora, en la eternidad de este momento. Todo lo que fue ya no está y lo que está por venir tampoco es relevante.
No dudo que vuelva a encontrarme en las mismas situaciones y con las mismas personas vez tras vez hasta que aprenda todo lo que necesito. Incluso, hay experiencias y encuentros que se repetirán cuando sepa reconocer su significado y la gran importancia que tienen para que mi alma se reencuentre con la sabiduría ancestral que le permite trascender. Al igual que ese ángel que caía antes de darse cuenta de las alas inmensas y hermosas con las que se podría sostener a lo alto observándolo todo en ausencia de los juicios injustas y las definiciones delimitadas por la pobreza del lenguaje de las palabras.
#aceptación #soltar #transformaciónpersonal #trascendencia #alma#amorpropio #romperconlospatrones #Ahora #ángelcaído #lodesconocido
Imagen: “In Peace” de Miguel (www.deviantart.com)